jueves, 27 de octubre de 2011

HOLA AMIGOS QUE VISITAN MI BLOG HOY LES VOY A                                  HABLAR  SOBRE PERSPECTIVA Y PROYECCION
La perspectiva también es una magia que a menudo desconcierta...
Sabemos que los raíles del ferrocarril paralelos aparentan juntarse en el horizonte si observamos una extensión. Asimismo sabemos que una mesa circular observada oblicuamente desde arriba, abajo o lateralmente, se aplana formando un óvalo como se muestra en la figura siguiente. ¿Qué significan estos fenómenos?
Alteración de ángulos y medidas de una mesa
En el grabado en madera de Durero, reproducido abajo, un hombre dibuja a su modelo a través de una vidriera enmarcada que está cuadriculada con una reja de hilos. La misma división se encuentra sobre la hoja de dibujo delante de él sobre la que registra punto por punto lo que se ve al natural a través del marco en la retícula cuadriculada. Él mira a través de un visor móvil colocado a una determinada altura y distancia del marco, es decir, el mundo visible se le aparece como una proyección sobre una vidriera vertical que a su vez corresponde a la superficie del cuadro o dibujo. El punto de vista del ojo del observador debe fijar en todo caso invariablemente y mantener la distancia con exactitud.
La mujer echada (grabado de madera)
Todo ello -la percepción de una proyección así como la fijación del punto de vista, ojo y distancia- son condiciones indispensables para ver y componer en perspectiva. Todo lo visible se ve desde el punto de vista del observador, tal como se le presenta a sus ojos y según sus leyes visuales; pero esto quiere decir, tal como se le manifiesta. Pero el cuadro percibido de un objeto no debe coincidir de ninguna manera con su cuadro esencial, tal como lo conocemos por imaginación y experiencia. Todos sabemos por ejemplo que los raíles del ferrocarril son paralelos; de otra manera, ¿cómo podría pasar el tren? Sin embargo, se juntan ante nuestros ojos. Asimismo reconocemos nuestra mesa como circular o rectangular, pero de pronto se transforma en un óvalo comprimido o en un cuadro oblicuo.
Los objetos -observándolos de esta manera- parecen como embrujados y desfigurados de su conformación primitiva. El niño y la persona no instruida no dibujan todavía con perspectiva, el artista más moderno frecuentemente ya no hace uso de la perspectiva. El término «correcto» y «equivocado» en esta cuestión actualmente sólo es válido según el punto de vista que se tome, sea en el sentido de la palabra o en el sentido figurado.
Nuestra visión se efectúa con dos ojos, compuesta de dos imágenes distintas, en contraposición al cuadro con perspectiva, que en sentido estricto sólo coincide con una visión mono-ocular. Además percibimos los objetos mirando de aquí para allá sucesivamente. Ya que no debemos atornillar nuestra cabeza y tampoco la debemos fijar, variamos con cada mirada prácticamente el punto de vista y el enfoque y con ello también la condición básica de la construcción en perspectiva (véase figura de la tabla de la página 87). Esta trabaja con el concepto de horizonte y punto visual, lo que con la mirada normal varía continuamente. Incluso para el dibujante experimentado no siempre es fácil poner en concordancia esta presentación de la construcción con lo que efectivamente le enseñan sus ojos.
La perspectiva se basa en la suposición de una proyección de la imagen natural. Pero queremos, sobre todo, percibir, comprender y lo percibido expresarlo con los medios que nos parecen adecuados. Con ello reproducimos nuestra visión personal de los objetos y no -como frecuentemente ya se ha dicho- una proyección de retina repetida punto por punto. Medir y visualizar es asimismo un paso hacia la proyección y hacia la «copia» o «percepción».

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